Si se quiere conocer el Tenerife rural, más allá de los núcleos turísticos, la visita al caserío de Masca es ineludible. Situado en pleno macizo de Teno, enclave de singular y agreste naturaleza en el noroeste de la isla, Masca sorprenderá al visitante por sus cuidadas casas y sus callejuelas empedradas; ejemplos vivos de la arquitectura rural tinerfeña. Muchas de las primeras han sido rehabilitadas como alojamientos en los que desconectar del estrés de las urbes y dejarse llevar por el paso sosegado del tiempo.
Etnografía, historia y senderos en Tenerife
Es habitual encontrar en Masca turistas que buscan algo más que sol y playa. El caserío ofrece tiendas de artesanía, bares y restaurantes, y ha sido declarado Lugar de Interés Etnográfico e Histórico. Esta importancia queda bien reflejada en el Museo Etnográfico de Masca. Otro de sus atractivos es el impresionante paisaje de laderas y barrancos; el sendero que desciende el barranco de Masca es uno de los más populares y transitados de la isla.