El caserío de Masca tiene unos 100 habitantes que actualmente se dedican al sector turístico. Parece mentira que, hasta hace pocas décadas, los caseríos del macizo del Teno permanecieron aislados por la dificultad de establecer comunicación. Lo bueno es que, gracias a este aislamiento, se ha conservado la naturaleza y las costumbres de la zona.
Masca es un lugar con historia. La leyenda también relaciona el barranco de Masca con los piratas pues gracias a la tradición oral se cuentan historias que relacionan este lugar con un escondite perfecto desde el que sorprender y asaltar aquellos barcos que llegaban de América cargados con los botines más diversos, entre los que destacaba la plata y el oro cuyo destino era la Corona de Castilla.
La vegetación durante el descenso nos dejó sin palabras. Había trozos del sendero que transcurrían por zonas que parecían la selva. Otros tramos eran zonas áridas con palmeras. Todo esto se combinaba con desfiladeros muy parecidos a los que uno puede encontrar en Jordania. La mezcla es simplemente espectacular.